viernes, 20 de diciembre de 2013

Piezas

El olor del alcohol sobresalía entre tantos otros, la puerta del minibar estaba abierta y dentro ya no quedaba nada, al menos nada lleno, el joven que se hospedaba en esa habitación estaba tirado sobre la cama, aparentemente demasiado borracho para siquiera poder levantarse, a su alrededor, entre las sábanas y en el suelo había varias fotos y algunos papeles además de un sobre y una pistola sobre la mesilla de noche, habían pasado tres días desde el encuentro y el chico apenas había comido ni dormido, se había dedicado a beber tras leer sus "instrucciones"

Varias horas más tarde y con un dolor de cabeza infernal por la resaca el hombre consiguió adecentar su aspecto lo suficiente para ir a buscar más alcohol y algo que comer, nada más salir de la habitación una chica con cara asustada le asaltó "Tome" otro maldito sobre "Tiene que darse prisa" no había acabado de decir la frase cuando salió corriendo por el pasillo, él bajó al bar pero esta vez en lugar de una copa pidió un café que fue seguido por otros tres, empezaba a ver con claridad de nuevo así que se decidió a abrir el sobre, dentro como imaginaba había vario documentos y fotos pero había dos diferencias, una pequeña hoja que se le calló al suelo cuando sacó que rezaba "4 días" y un mapa de otra ciudad, la suya, donde se podía ver no solo las calles, también los túneles del metro y otras cosas bajo la ciudad, con un punto rojo estaba marcada la biblioteca en la que trabajaba y con uno azul su casa, bonita amenaza.

Las fotos eran de dos puentes, las anteriores del aeropuerto y la estación de tren, entre los documentos esta vez si había instrucciones precisas, fechas, horas y lugares que junto con las indicaciones escritas en los papeles que había recogido tres noches atrás hicieron que todas las piezas de su puzle encajaran, y eso era él, solo una pieza, nadie importante, alguien elegido al azar que tenía mucho que perder si no cumplía lo que en esos papeles ponía, tendría un domingo atareado según el horario.

jueves, 19 de diciembre de 2013

El encuentro

Las luces tenues de las farolas apenas servían para no chocar contra ellas, la brisa nocturna levantaba las hojas caídas por el otoño lanzándolas a la cara del joven que con paso acelerado recorría la calle, apenas aminoró un poco el paso para quitarse el guante izquierdo y mirar el reloj: las doce y diez, diez minutos tarde, se paró delante de una puerta metálica y tanteó en su bolsillo derecho hasta encontrar un trozo de papel con tres números escritos, los marcó en el teclado y con un "clic" se abrió la puerta; vaciló unos segundos antes de entrar y solo después de palpar su pistola en su cintura se decidió a hacerlo.

El pasillo iluminado con una luz fuerte, como de hospital contrastaba con la oscuridad de la calle, le costó unos segundos acostumbrarse a ella y cuando consiguió ver con nitidez se decidió a adentrarse en el edificio, avanzó unos metros hasta encontrar una puerta entre abierta, un "Entra" salió de la estancia, era una voz demasiado aguda para ser de un hombre, no sabía que esperar allí dentro, intentó vislumbrar algo entre las sombras solo rotas por la luz de una lámpara en una mesa, su intento fue en vano ya que solo pudo ver una silla dada la vuelta donde previsiblemente se encontraba la mujer que acababa de invitarle a pasar, hizo caso a la voz y se acercó a la mesa.

"Ahí esta todo" era la segunda vez que escuchaba la voz y le resultó extrañamente familiar, pero no recordaba donde la había oído antes, con ese pensamiento se distrajo unos segundos hasta que las palabras de la mujer calaron en su mente, ahí estaba, ¿donde? y mejor aún ¿el que? no parecía muy difícil, sobre la mesa solo había un sobre, fue a cogerlo y un instante antes de tocarlo ella volvió a hablar "Dos semanas, ahora vete" No parecía muy por la labor de seguir hablando así que cogió el sobre y salió de la habitación sin poder quitarse de la cabeza esa voz.

El sobre pesaba pero no debía abrirlo allí, tendría que llegar al hotel para ver que contenía, otra cuestión le atormentaba ¿dos semanas? ¿dos semanas para qué? no tenía nada claro que había ocurrido en ese edificio, él solo había recibido una citación para ese lugar y esa hota, ¿qué querrían de un simple bibliotecario?

sábado, 14 de diciembre de 2013

Odio y rencor

Supongo que hay quien si lee esto se lo atribuirá, pensará que es una gran indirecta hacia su persona y no hay ni más verdad ni mentira en es, si te ves reflejado en estas palabras quizás sea por algo, o quizás simplemente que no te puedes imaginar que yo escriba algo sin referirme a ti... Pero no malinterpretéis, es genérico y aunque tengo ejemplos para rellenar todas estas letras no va por nadie en especial.

A veces me odio a mi misma por lo que pienso de otras personas, no es que piense en matarlas o en que ojalá les pasara algo malo, simplemente cuando de pronto empiezo a odiar a alguien, no es un odio de no poder ver, es un odio que surge a partir de querer a alguien, cuando ves como esa persona se comporta en ciertas ocasiones o bien como te trata a ti o a la gente cercana a ti, cuando te das cuenta de que lo mejor que siente es indiferencia, pero no solo por ti si no por todos los seres que le rodean, tengo ejemplos de esto, claro que los tengo, pero ni es el momento ni el lugar de airear la ropa de nadie.

Este tipo de circunstancias me hacen sentir realmente mal porque quiero acordarme solo de las cosas buenas que he vivido con ese alguien que casi siempre son mucho más numerosas que las malas, pero esas últimas lo nublan todo, supongo que el tiempo lo curará pero no lo se, hay con una persona que si que prevaleció lo bueno, nos tocó llorar un poco y pasarlo mal pero al final el cariño que sentíamos fue mayor que el rencor, que los insultos... hay a otra que sé que nunca podré perdonar, los males que te causan a ti siempre son más fáciles de superar que los que causan a las personas que quieres pero si se juntan ambos no se si es posible; también tenemos el caso en el que de verdad no se sabe si algún día serás capaz de solo ver las cosas buenas, de no sentir algo de rabia, de no recordar el día en que dijo esas horribles palabras, porque ahora mismo no importa lo bueno que pudo haber, es más esas cosas buenas solo hacen que te sientas peor, porque no odias a esa persona, realmente la quieres y por eso te duele, y duele aún más cuando ves indiferencia en sus ojos, cuando te das cuenta de que a pesar de que ambos tuvisteis el problema solo tu lo has pasado mal.

La amistad, la familia, las relaciones sentimentales son horrorosamente complicadas, hay problemas por todos lados y cuando la niebla del rencor te nubla la mirada solo puedes querer olvidarlo.

martes, 2 de julio de 2013

Nostalgia, los comentarios de texto

Hoy tengo un ataque de nostalgia en toda regla, ha sido leer el nombre de mi profesora de Lengua Castellana y Literatura de bachiller y que me vinieran a la mente cientos de cosas.

Es una mujer que a mi me ha ayudado mucho, nunca he sido una mala estudiante, si bien es cierto que eso de los comentarios de texto no era lo mio. pero no era en ese campo en el que yo necesitaba apoyo especialmente y hubo tres, bueno cuatro personas que me hicieron las cosas un poco más fáciles en esos años, una fue ella, mi tutora de segundo de bachiller, una de las mujeres más alegres y sonrientes que he conocido (aunque aún me da miedo al recordar algunas de las broncas que nos hemos llevado)

De vez en cuando, como con todos los profesores y asignaturas me apetecía más levantarme e irme a la playa o a jugar al parquecito de los peques, nunca me ha gustado el análisis sintáctico, ni morfológico, ni estudiar la coherencia y la cohesión de los textos, me parece sumamente aburrido, pero  me encanta leer, me encanta escribir y me encanta que se entienda lo que escribo y me guste o no eso se lo debo a mis profesores de lengua y en mi opinión especialmente a ella, sobretodo porque fue la última en enfrentarse a mis horribles faltas de ortografía, a mis ansias de hacer el comentario crítico del texto pero a mi poquísimo interés en el resto de los exámenes y textos, le debo mis limitadas dotes de escritora (la pobre por mucho que intentara enseñar no tenía el mejor público posible)

No tengo muy claro a que ha venido esta entrada, creo que simplemente a que me apetecía hablar de ella, la recuerdo con mucho cariño y espero volver a verla, en algunas vacaciones tengo que volver a ir al cole...

¡Se me olvidaba! Si me viera estaría orgullosa de mi, con lo que me costó entender cuando estaba mal y cuando no el leismo ahora no puedo evitar corregir a los que cometen graves errores en ese sentido... "traemele" esta mal dicho queridos.

Gracias por enseñarme un poco más del (aburrido) mundo de la Lengua, no podía haber tenido una mejor profesora, al menos consiguió que me interesara por la escritura de verdad, aunque nunca llegue a ser nadie en este campo es algo que me relaja y
me deja expresarme muchas veces con mayor claridad que hablando


Otro día hablaré sobre la profesora de dibujo, otra mujer a la que tengo muchísimo cariño.
No he incluido los nombres por eso del derecho a la intimidad, pero seguro que si lo lee quien tenga que darse por aludida lo hará.

martes, 14 de mayo de 2013

El príncipe azul

"Eres tú mi príncipe azul.." DUDA, desde cuando los príncipes son azules... yo que debo ser poco versada en la materia nunca he visto un príncipe de color azul, a no ser que nos pongamos a mirar en Avatar o en el pueblo Pitufo, pero los de verdad pueden ser blancos, negros amarillos, rosas, naranjas... azules no, y mucho menos azul marino tormenta que es el mejor color del mundo, porque yo lo valgo.

Pues nada, ya hemos descartado el príncipe azul, pero si encontráis uno de otro color os permito que lo tiñáis, si eso os hace ser más felices. Ahora nos ocupa el pequeño problema de encontrar un príncipe, ya sea encantador, triste, azul o de las hadas, su estado de ánimo me es indiferente, y el mundo/país/ciudad/planeta/raza del que sea príncipe en este punto también es indiferente.

Receta para encontrar un príncipe:
1. No busques en la realeza, sobretodo en la española, dicen por ahí que son de mentirijilla
2. Los sapos usualmente no se convierten en personas, lo siento, y si besas a muchas cosas de esas que hacen "croac" dudo que muchos te quieran besar, principes o vagabundos, es que da un poco de asquito, no es por nada.
3. Si crees que es un príncipe no le hagas dormir sobre nosecuantos colchones con un garbanzo entre medias, eso es una leyenda urbana y solo funciona con las princesas
4. Los principes de cuento NO existen, lo siento
5. Buscate a un tio de a pie, no eres una princesa (también lo siento) al menos no una de cuento, que las que llevan coronas si existen.

Puedes saltarte la receta, no sirve pa' nah, en resumen, no eres una princesa, no busques a un principe porque tampoco existen, ningún hombre es perfecto, pero tú tampoco lo eres (mujer, hombre o caracol) si tienes suerte serás guapa y lista y aspirarás a un hombre inteligente, con dinero y que este bien (seguro que es joven, después todos empeoran) pero no te flipes, no es un príncipe azul, TU príncipe será el que te haga feliz, y tú serás la princesa del hombre al que hagas feliz, no busques más, los cuentos no son de verdad, ni en las mejores familias.

Ala, ya puedes ver la vida con otros ojos, lo siento si te he roto tu bola de nieve, pero... ESTO ES ESPARTA!! A la caza del más rico, pero para eso tienes que ser muuuuy joven, y cuanto más tonta mejor, ala, a por él. SUERTE!!!

lunes, 6 de mayo de 2013

Cosas

No, nunca cambiaría ni el idiota de su marido ni el estúpido de su padre, hace años apenas se hablaban para decirse adiós cuando por fin cada uno podía volver a su rutina y perderse de vista hasta que su madre organizaba una nueva reunión familiar, en las que encima tenía que soportar a su hermano, el supertriunfador de la familia, que si, que tenía una mejor casa, que si, que en su cuenta del banco no se podían leer todos los números sin quedarse sin aliento y a ella apenas le llegaba para todos los gastos, entre el colegio de los niños, la casa, comer todos los días... Una verdadera pesadilla, pero encima últimamente su padre y él, su marido el que debería apoyarla, o algo habían decidido compincharse para volverla loca del todo, todo empezó cuando a ella se le ocurrió la genial idea de que fueran los dos a ver un partido, en que momento se le había ocurrido semejante idea... esa cuestión le rondaba la cabeza desde entonces, su padre estaba metido en casa con calzador, y su madre feliz, como iba a estar, libre por fin para hacer lo que quisiera, al menos hasta que ella se desesperara del todo y acabara en un manicomio, pensaba hacerlo pronto para que su madre, su hermano o las hermanitas de la caridad se hicieran cargo de esa familia de locos. Llevaba sonando el telefono como dos horas y el timbre más o menos lo mismo, si se había quedado alguien sin llaves que esperaran a que llegara el siguiente, para un rato de "paz" que había encontrado, y la puñetera mancha sin salir, a saber que producto usaría la próxima vez porque eso no podía quedar así, perdería batañlas con sus hijos o con su padre pero con las manchas no podía ser, si ocurría eso si que le iban a tener que meter en un manicomio pero de cabeza.

jueves, 4 de abril de 2013

Jardines

Día lluvioso, los olores se pegan a las gotas, los árboles crean una selva cerrada, oscura y fresca, especies de todo el mundo te rodean, Europa, Asia o Australia, el paisaje de todos los continentes te rodea, caminas con senderos escondidos, cruzas por puntes de ensueño, de pronto un claro entre los bambúes te deja ver un ave del paraíso, el bosque negro vuelve a hacerse denso, te rozan la mano y un escalofrío te recorre el cuerpo, un beso robado entre altas palmeras, a tu derecha aparece un estanque, al fondo un cenador corona la montaña, desde allí contemplas toda la ciudad, sigues el cauce del río hasta un punte distinto, parece más antiguo que los demás, mas recogido, más romántico, es el punte de los enamorados, uno, dos, tres besos contra la barandilla de forja, tiran de ti, subes una colina coronada por un palacio, allí hace tiempo que nadie vive pero tu imaginación vuela, imaginas una mañana salir de esa casa  y sentarte a contemplar el parque a tus pies, giras a tu izquierda, una estructura de hierro inundada de florecillas moradas, glicinias, los árboles de alrededor también han sido invadidos por las flores, el suelo está cubierto por un manto rosaceo, cruzas lentamente y frente a ti se abre una cascada en la roca, a sus pies cientos de costillas de Adan plantas amables que dejan pasar la luz dejando crecer más vida a sus pies, cientos de historias, mitos y leyendas te rodean, increibles, seductoras. Finalmente comienzas a descender la colina, lentamente, saboreando cada olor, cada color, cada imagen, hace tiempo que paseas de la mano, si esto no es el paraiso... se le parece

martes, 2 de abril de 2013

El accidente

Las cortinas apenas dejaban pasar la luz, pero hubiera dado igual, en la habitación del hospital no cabía un alma más, la buena noticia había inundado los teléfonos móviles de los presentes apenas unas horas antes, la joven Alicia por fin había despertado de su largo letargo que comenzó un viernes por la noche cuando ella y sus amigas volvían de una fiesta en un pueblo cercano, si fue culpa de la chica que conducía o del joven que iba en el otro coche nunca estará claro puesto que ninguno de los conductores podría contarlo nunca, lo que si se sabía es que el alcohol era compañero de viaje en ambos vehículos.

Dos años antes, Alicia y tres amigas decidieron ir a las fiestas de un pueblo a 20 km de donde vivían, acababan de terminar las clases y era la primera fiesta para desconectar de exámenes, horarios y padres, el verano pintaba genial, Alicia, la pequeña del grupo, acababa de terminar el bachiller, era buena estudiante y la media le daba así que decidió meterse a arquitectura a pesar de lo que sus padres le decían "No tiene salidas, ahora apenas hay trabajo para los arquitectos" "acabarás dando clase de dibujo o matemáticas en un instituto" sus amigas, Lucía, Julia y Clara eran dos años mayores que ella, Lucía acababa de terminar el grado superior de informática, Julia estudiaba medicina y Clara estaba en Biología, habían decicido irse todo el mes de agosto de interrail, iba a ser genial, las cuatro amigas juntas todo el mes recorriendo Europa.

La noche empezó bien, hacía calor, las cuatro iban con vestidos, guapas, felices, sexys, el padre de Clara le prestó el coche a condición de que si bebía se quedaran allí hasta la mañana siguiente, como para prácticamente cualquier grupo de jóvenes la advertencia fue un mero susurro que no llegó a traspasar el tímpano de la chica, en el coche las cuatro iban bebiendo, era más barato hacer botellón que luego pagar copas que podían salir perfectamente por cinco o seis euros si no más, cuando llegaron al pueblo algunos amigos suyos ya estaban alli, se pasaron varias horas bebiendo, fumando, ligando y bailando, a eso de las siete de la mañana Lucía apenas se tenía en pie por la borrachera así que las amigas decidieron irse a casa, Julia no estaba muy de acuerdo con que Clara cogiera el coche pero tenía sueño y los pies destrozados así que se subió al coche sin rechistar.

Más o menos a medio camino empezó a llover, no se veía mucho, de pronto algo impactó en la parte delantera del coche, todo se quedó negro para las amigas, la policía, los bomberos y la ambulancia tardaron media hora aproximadamente en llegar al lugar del accidente, entre los dos coches siniestrados había seis personas, por tres de ellas no pudieron hacer nada, el chico que conducía el otro coche, Clara y Lucia, las dos que iban sentadas delante, las otras tres personas fueron trasladadas al hospital Julia apenas tenía unos rasguños y un mes después estaba en casa lamentando haber dejado a su amiga coger el coche, Alicia quedó en coma y la otra chica, la del otro coche falleció un mes después en el hospital.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Llorar

Llorar no es llanto, cuando lloras contraes el gesto, cierras los ojos muy apretados o los mantienes abiertos, sin poder dejar de pestañear notando un picor extraño, notas como se humedecen tus ojos y como de ellos brota una lágrima que resbala por tu mejilla, es una gota salada, brillante y hermosa, única.

Llorar no es para débiles si no para los que no tiene miedo a ser vulnerables, a decir lo que sienten mediante acciones, porque si algo te entristece a veces llorar es todo lo que hace falta, si estas alegre, te ríes, llorar de risa es una de las mejores experiencias, aunque después te duela el estómago el resto del día.

Llorar es sano, saludable, no solo porque limpia los ojos y tal, porque es una manera muy eficaz de liberar tensiones, llores por lo que llores, de tristeza, de rabia, de alegría... A más de uno ha salvado de un buen golpe que llorara de rabia, aunque a veces se mezcle con la tristeza, y se que más de uno es consciente de ello.

¿Alguna vez has necesitado llorar, sin motivo aparente, simplemente una necesidad o un pensamiento que sin tu darte cuenta te ha llevado a ello?

¿Alguna vez te han dado un abrazo, de esos que te hacen sentir seguro, a salvo?
Esos abrazos que no necesitan preguntas, esos que se dan porque se quieren dar, cuando ves a alguien pasándolo mal, esos abrazos que te hacen ver que alguien se preocupa por ti de verdad porque le ha dado igual lo demás, le han dado igual los motivos, solo quiere tu felicidad.
Hay dos personas que me hacen sentir completamente a salvo entre sus brazos aunque una de ellas ni se lo imagine (la otra es mi padre) y en esos momentos me siento invencible, invulnerable, fuerte, valiente, tengo la certeza de que conseguiré lo que me proponga.

miércoles, 13 de febrero de 2013

San Valentin

Mañana es uno de esos días en los que me gustaría esconderme bajo la manta y no sacar la cabeza ni un solo segundo, es uno de esos días en que te sientes, o al menos yo, más sola que normalmente, es en el momento en que ves a esas parejitas superficiales y cuquis dándose regalos y regalándose besos, uno de esos días en los que te cabreas con el mundo por materialista pero en el que desearías que alguien se acordara de ti, uno de esos días en los que quisieras gritar al mundo quien te gusta, a quien te gustaría abrazar y besar, pero también es uno de esos días en los que eres consciente de donde estás, de lo que merece la pena.

No me gustan los regalos por el simple echo de regalar, San Valentín me parece un invento comercial tan horrible como el día de la madre o del padre, parece que si no le regalas lo mejor quieres menos a tu madre, tu padre o en este caso a tu pareja... pero no es verdad, sinceramente no me molestaría que una persona se acercada a mi con una flor o alguna cosa por el estilo, soy un ser humano, me gusta que me demuestren cariño, pero ese mismo gesto dice mucho más cuando no es el 14 de febrero, día nacional del consumismo y la frivolidad, día mundial de la estupidez y la hipocresía.

No se si hay personas que de verdad aprecian esos regalos como si se los hicieran cualquier otro día del año, es un día en el que reina un ambiente viciado, demasiado pasteloso pero a la vez demasiado falso, soy la primera que mañana correría hacía una persona y le diría lo que siento, pero por que lo haría cualquier otro día del año, me encantaría salir a pasear con una persona, cenar, cualquiera de esas cosas típicas, pero estaría encantada de hacerlo en cualquier momento, no me hace falta que sea 14 de febrero o 27 de abril, si me gusta, estoy enamorada, quiero a alguien no importa que haga calor o nieve, que sea febrero o agosto, lo que importa es que estemos los dos.

Esto no quiere decir que a todos nos hace ilusión pasar el Día de los Enamorados con tu pareja, claro que si, es más, desde aquí animo a todos aquellos que normalmente no se atreven a escudarse detrás de un sacerdote llamado Valentin que casaba a parejas donde no estaba permitido y que por ello fue asesinado un 14 de febrero hace ya muchos años y que sean capaz de acercarse a él o ella, de hablar con esa persona y ser sinceros, el valor es algo que viene de las pequeñas cosas y si este hombre que dio la vida por unir parejas os lo da... enhorabuena, espero que el año que viene os unáis a esta fiesta como unos enamorados felices más, y por que no... ojalá yo también me una, creo que solo me hace falta que me demuestren un poco de cariño, y no, no me vale cualquier persona ni cualquier tipo de cariño.

Sed felices, a pesar de mis ideas extrañas me alegra de ver parejas enamoradas a mi alrededor, me encanta ver a un chico mirar a una chica con ojos de estar viendo a la princesa de sus sueños, me encanta ver a una chica con la mirada perdida y con cara de tonta porque no se puede quitar al niño de sus ojos de la cabeza, ojalá un día alguien por quien yo sienta algo así sienta algo parecido por mi... porque si no... me voy a volver a hacer mucho daño, y me temo que por ese camino voy, por el de volver a ser la tonta a la que dejan por una más guapa, más lista o simplemente otra.

jueves, 7 de febrero de 2013

Paginas vacias

Enfrentarte a una pagina en blanco, a esta a la que me estoy enfrentando yo ahora mismo por ejemplo, es como enfrentarte a una nueva hoja de el libro de tu vida, un nuevo amor, un nuevo reto, una gran perdida, algo que te haga pasar la página y escribir desde cero, es complicado, da miedo, necesitas inspiración, si no la tienes es como intentar hacer una foto del mar en mitad de Madrid, como intentar ver cuando eres ciego, pero a veces no importa que tu musa no esté a tu lado, necesitas escribir, expresar una idea, un sentimiento o simplemente ver que las letras salen de tus manos, necesitas pasar la página, escribir un capítulo nuevo aunque el anterior no este terminado, aunque eches de menos lo que dejaste atrás, lo que cerraste de forma brusca y probablemente por miedo a seguir en esas lineas, por miedo a perderte en ellas y que no puedas volver empezar a escribir.

Las comparaciones que hago se que son raras, pero cuando estas escribiendo un libro solo empiezas de cero una vez, el primer día cuando pones "Erase una vez..." o "En un lugar de La Mancha..." no importa como empiece pero solo tiene un comienzo, después te pierdes en sus lineas, en sus páginas y sigues escribiendo esa historia, te enredas en la trama, deshaces los nudos mientras se crean otros al rededor, y entonces, para terminar esa historia las cosas se hacen difíciles, añoranza, necesidad de seguir encadenado a una de sus páginas... y al final casi siempre las historias terminan mal porque no sabes como cerrarlas, como dejarles un bonito final y que tu puedas seguir adelante; eso al menos para mí es perfectamente aplicable a la vida, a cualquier suceso de nuestra vida, nos da miedo pasar una página, nos da miedo cerrar el libro y abrir uno nuevo porque esas dos o tres primeras palabras, las que definirán esa historia son las más complicadas, porque echas de menos la página anterior, porque quieres volver a ella aunque te hayan echo mucho daño, porque más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer....

Escribir esta página en un blog me costó lo que escribir la primera frase, después las palabras fluyeron por mi pantalla como si mi cabeza escribiera sola, como si mis dedos no tuvieran que recorrer el teclado para que ellas se escribieran sobre el papel que un día estaba blanco, mucho más fácil que lo que ocurre en mi vida, que mis páginas y mis historias; ahora no se si pasar la página a pesar de todo y de todos o intentar seguir escribiendo en esta, se lo que quiero pero no lo que será mejor, las decisiones son las primeras y las últimas palabras de cada capítulo, a veces son más fáciles, otras las toman por ti... Solo pensad en las consecuencias porque las oportunidades un día se acaban y tienes que ir a buscarles a otro lugar.

Pensad en lo que hacéis y queréis, pero pensad en vuestra felicidad, por mucho que quieras a alguien no tiene porque hacerte feliz o quizás es solo que no te quiere; por mucho que te guste tu trabajo quizás necesitas un cambio, pero también, aunque algo no te guste quizás es lo mejor para ti, lo que al final te hará tener una vida plena.

Que difícil es vivir, pero que bonito es tener la ocasión de equivocarse.

jueves, 17 de enero de 2013

De repente... nada

La lluvia cae fuerte contra la ventana, mientras me pongo el abrigo por mi cabeza pasan cientos de imágenes y por mi rostro resbala una lágrima; me abrocho los botones poco a poco, no quiero terminar, no quiero salir de la habitación, en el momento que lo haga no habrá marcha atrás; el calor comienza a agobiarme, la calefacción está alta, fuera hace frío, no lo aguanto, me giro a por el móvil, junto a él una llave y una foto, las cojo, dejo caer la llave en mi bolsillo mientras en la otra mano sujeto la pequeña foto, una figura sentada en una roca junto a un río; otra lágrima, y otra, finos hilos de plata recorren mis mejillas, también dejo la foto en el bolsillo, esta vez con cuidado como si fuera un trozo de cristal.

Cierro la puerta de la calle con cuidado, no se cuando tendré fuerzas para volver, apenas tengo agallas para girarme una última vez antes de subir al coche, me alejo, me alejo del lugar donde vivimos juntos, me fundo con las luces de la ciudad, con el agua de la lluvia, el mundo está triste, la tarde es gris, las callen lloran tu muerte.

Apenas me entero del funeral, ni de las muchas personas que se acercan a darme el pésame, me abrazan y manosean, yo solo quiero salir corriendo de allí, de repente me doy cuenta de que solo queda tu madre, sentada en una silla en una esquina, me acerco, se que no me saldrán las palabras pero la abrazo, ella me abraza, susurra algo que no logro entender y se derrumba, no hace ruido, pero noto que llora, tras unos minutos conseguimos levantarnos, nos acercamos a ti, no, tu no estas, es solo tu cuerpo sin vida, simplemente un reflejo de lo que fuiste.

En el coche, ya sin nadie que me vea lloro, lloro de verdad, me falta el aliento, apenas soy capaz de aguantar el peso de mi cabeza, me duele, me duele mucho, pero más me duele tu falta, necesito un abrazo, te necesito.

El móvil no deja de sonar, de vibrar o lo que sea que esté haciendo, pero no me deja hundirme en mi miseria, me cabrea, necesito estar triste, deprimirme, gritar, correr, cansarme hasta caer al suelo. Arranco el coche, no soy consciente de la velocidad me temo, veo al resto de coches como si fueran caracoles, pero da igual, apenas veo por las lágrimas, si me choco al menos me reuniré contigo de nuevo; de pronto freno en seco, no tengo muy claro porque lo he hecho, pero al girarme veo el mar, aparco, salgo del coche y corro hacia la orilla, hace frío pero da igual, me siento y las olas me mojan toda la ropa, vuelve a sonar el móvil, ya no puedo más, lo saco del bolsillo y lo lanzo al mar con todas mis fuerzas, de pronto veo que junto con el móvil ha volado la foto.. NO, NO PUEDE SER, sin tan siquiera quitarme el abrigo me tiro al agua, me cuesta nadar, me cuesta mantenerme a flote, me cuesta respirar y moverme, el frío recorre mi cuerpo, no siento las piernas.... no siento los brazos... no siento nada.

Despierto en una habitación de hospital, lo recuerdo todo, pero es como si fuera un sueño, ni tan siquiera lloro cuando recuerdo que ya no estás, una enfermera me pregunta algo, ni la entiendo ni la quiero entender, junto a mí, en una mesita está la llave que horas antes había guardado en el abrigo, intento cogerla y la mujer me la da, me pregunta por ella, pero yo no quiero contestar; un poco más tarde me dejan irme a casa, después de comprobar que no quería suicidarme, solo recuperar algo que había perdido, ahora si, tengo fuerzas para regresar, no se que pasó en el agua, no entiendo que ocurrió pero ahora solo siento una pequeña tristeza dentro de mi, entro en el salón, sobre la mesa hay una caja cerrada con llave, la abro, la dejaste allí dos días atrás, sabías que ibas a morir, seguro, pero no dijiste nada, al menos no a mí.

Me tiemblan las manos, tengo que sentarme para ser capaz de abrir la cerradura, de pronto hace "clic", tengo miedo, muchísimo miedo, pero se que lo dejaste para mí; abro lentamente la tapa, dentro hay muchas cosas, lo primero en lo que mis ojos se fijan es un sobre, lo abro, pone mi nombre fuera.

"Te quiero"

Esas dos palabras están escritas tras una foto de nuestro viaje de novios, sonrío, no se porque pero no quiero llorar, cae un trozo de papel del sobre, hay muchas letras escritas con un boli de tinta verde, mierda, otra vez esas estúpidas lágrimas empañan mi vista, varias gotas caen sobre el papel NO, NO, las letras se emborronan formando un mero charco de tinta, arrugo el papel en mi mano y lo tiro contra la pared, me levanto y tiro sin querer una taza al suelo, parece que el día solo puede mejorar, una mezcla entre rabia y tristeza recorre mi cuerpo, corro hacia la puerta, me pongo el abrigo y salgo a la calle, el frío invernal congela mis lágrimas, a pocas calles, encuentro un banco vacío, me siento, tiemblo, no consigo entrar en calor, un balón llega a mis pies, tengo ganas de gritar al niño que se acerca corriendo a por él, pero eso sería demasiado trabajo.

No se que hora es, perdí la noción del tiempo cuando me llevaron al hospital, palpo mis bolsillos buscando mi móvil, de pronto recuerdo que lo tiré al mar, comienzo a reir de manera histérica, una mujer con un niño pequeño me miran al pasar, no se si tienen miedo o sienten pena, la miro con desprecio.

Ya es de noche, vuelvo tranquilamente a casa, han traído las flores que tus amigos mandaron para ti, las dejo fuera, no pienso dormir con las flores para un muerto bajo el mismo techo, voy a la cocina y cojo un vaso y hielos, me siento en el sofá con una botella a mi lado; no se cuanto bebo, no me afecta, miro al suelo y veo varias botellas pero no recuerdo haberlas bebido, empiezo a marearme, me sirvo otra copa... y otra, y después otra más, una docena de copas después el mareo se extiende por todo mi cuerpo, tengo sueño, cierro los ojos y de repente soy consciente de lo que he bebido, sonrío para mí, en realidad da igual cuanto beba, mañana será solo una resaca... o quizás no haya un mañana, pero me da igual, no estás y no vas a volver. Mi conciencia va alejándose de mi cuerpo y de repente.... nada.



PD: no tiene ninguna base realista, es solo un relato.

martes, 15 de enero de 2013

Esclavos del mundo

Para empezar, feliz navidades pasadas, no, no soy el fantasma de las navidades pasadas, pero tenía que felicitaros el solsticio de invierno y el inicio del nuevo año.

Bueno, espero que este año lo empecemos con salud y alegría, porque lo que es con buenas noticias en lo tocante a economía y política... pero bueno, eso son cosas de otras personas... no, en realidad no, pero cuesta mucho mas esfuerzo y desgasta  más tanto mental como físicamente pensarlo y al fin y al cabo parece que hagamos lo que hagamos no va a servir de nada....

Pues nada lo dicho, espero que os hayan regalado muchas cosas, seguro que ahora mucho estáis mucho más unidos a las nuevas tecnologías y a las grandes marcas de información, comunicación y tecnología, si es lo que tienen los regalos que cada vez son más tecnológicos y modernos, ya ni los niños pequeños pueden pasar unas Navidades sin algo programado o programable, dentro de poco los balones de fútbol tendrán chips para que el niño no tenga que ir a buscar el balón, se vaya a cansar por favor.

¿Sabéis lo que más me escandaliza? No que los niños tengan regalos supermodenos, nah, vivo en el siglo 21 se como va la cosa y yo tengo la mitad de los aparatitos y bien que estoy, lo que me sorprende es como crecen los niños de hoy en día, antes cuando un niño nacía se le regalaban peluches y ropita, dentro de poco nacerán con cuenta en Tuenti, Twitter, Facebook y demás redes sociales, yo en primaria jugaba con muñecos, cambiaba pegatinas y corría por el patio, ahora es raro el chico que al terminar la primaria no tiene Tuenti y móvil como mínimo, es cosa de la sociedad en la que vivimos, cierto, pero se nos está yendo un poco de las manos ¿no? cada día dependemos más de la electricidad, la conexión a Internet... no tengo muy claro que ahora mismo supiéramos vivir en un sitio sin como mínimo cobertura de móvil  3G y un sitio donde enchufar nuestros supermoviles de ultima generación a los que solos les falta hacernos la comida y los deberes.

Eso por no hablar de las personas fanáticas de las marcas, es una forma de vida como otra cualquiera, no la critico, pero es de lo más llamativo cuando entras en una casa y ves la tienda de Apple entera, el iPhone, el iPad 1, 2, 3, 4, el mini, 3 portátiles de la manzanita mordida por el salón y alguno que otro más que se te escapa a la vista, eso ya es consumismo innecesario pienso yo, PUES NO! resulta que debo ser la rarita del pueblo, es necesario tener lo ultimo de la marca para ser feliz, y yo que pensaba que el dinero no da la felicidad.... yo también prefiero llorar en un Ferrari, pero no tengo muy claro como se mete uno dentro de un iPad para llorar.... o es que matar cerdos en un iPhone 5 es el secreto de la felicidad... no, creo que no.

El único artilugio que no tengo pero al que le veo bastantes beneficios es al eBook o similares, para que vamos a negarlo, leer es una afición cara y además en declive, pero el eBook te permite tener el libro que quieras, cuando y donde quieras, soy de las que defiende el libro de papel, para empezar porque me encanta leer y puedo pasarme horas y horas pegada a las páginas de un libro, y si ya no es sano para la vista en uno de papel, en una pantalla ni te cuento, me da dolor de cabeza, pero además de gusta el olor de los libros, el tacto de las páginas, que se me cansen los brazos de sujetar un buen libro, que se me caiga en la cara cuando me quedo dormida, pero es que yo soy una romántica y una antigua, tiene que haber de todo en este mundo, pero si el aparatito ese ayuda a que la lectura sea más accesible y que no parezca un castigo... entonces genial.

Esto no lo digo por criticar, de verdad, de echo soy la primera que tiene movil inteligente de estos, iPad, dos portátiles y otras cosas por el estilo, es probable que fuera la primera que sufriría sin estas cosas, pero aún así me parece en ciertos aspectos un atraso, tenemos acceso a servicios e información practicamente infinita, pero perdemos en las relaciones sociales, en estar al aire libre... Nos hemos convertido en esclavos de la sociedad en la que vivimos, de la tecnología y los servicios.

Feliz 2013
Sed felices

Una vez en diciembre

Dulce voz, ven a mi
haz que el alma recuerde
oigo aún cuanto oí,
una vez en diciembre.

Quien me abraza como amor,
veo prados alrededor,
esa gente tan feliz,
son sombras para mí.

Cuanto fue no murió,
como fuego que prende,
volverá esa voz,
cuando llegue diciembre
Oigo aún cuanto oí,
una vez en diciembre