jueves, 17 de enero de 2013

De repente... nada

La lluvia cae fuerte contra la ventana, mientras me pongo el abrigo por mi cabeza pasan cientos de imágenes y por mi rostro resbala una lágrima; me abrocho los botones poco a poco, no quiero terminar, no quiero salir de la habitación, en el momento que lo haga no habrá marcha atrás; el calor comienza a agobiarme, la calefacción está alta, fuera hace frío, no lo aguanto, me giro a por el móvil, junto a él una llave y una foto, las cojo, dejo caer la llave en mi bolsillo mientras en la otra mano sujeto la pequeña foto, una figura sentada en una roca junto a un río; otra lágrima, y otra, finos hilos de plata recorren mis mejillas, también dejo la foto en el bolsillo, esta vez con cuidado como si fuera un trozo de cristal.

Cierro la puerta de la calle con cuidado, no se cuando tendré fuerzas para volver, apenas tengo agallas para girarme una última vez antes de subir al coche, me alejo, me alejo del lugar donde vivimos juntos, me fundo con las luces de la ciudad, con el agua de la lluvia, el mundo está triste, la tarde es gris, las callen lloran tu muerte.

Apenas me entero del funeral, ni de las muchas personas que se acercan a darme el pésame, me abrazan y manosean, yo solo quiero salir corriendo de allí, de repente me doy cuenta de que solo queda tu madre, sentada en una silla en una esquina, me acerco, se que no me saldrán las palabras pero la abrazo, ella me abraza, susurra algo que no logro entender y se derrumba, no hace ruido, pero noto que llora, tras unos minutos conseguimos levantarnos, nos acercamos a ti, no, tu no estas, es solo tu cuerpo sin vida, simplemente un reflejo de lo que fuiste.

En el coche, ya sin nadie que me vea lloro, lloro de verdad, me falta el aliento, apenas soy capaz de aguantar el peso de mi cabeza, me duele, me duele mucho, pero más me duele tu falta, necesito un abrazo, te necesito.

El móvil no deja de sonar, de vibrar o lo que sea que esté haciendo, pero no me deja hundirme en mi miseria, me cabrea, necesito estar triste, deprimirme, gritar, correr, cansarme hasta caer al suelo. Arranco el coche, no soy consciente de la velocidad me temo, veo al resto de coches como si fueran caracoles, pero da igual, apenas veo por las lágrimas, si me choco al menos me reuniré contigo de nuevo; de pronto freno en seco, no tengo muy claro porque lo he hecho, pero al girarme veo el mar, aparco, salgo del coche y corro hacia la orilla, hace frío pero da igual, me siento y las olas me mojan toda la ropa, vuelve a sonar el móvil, ya no puedo más, lo saco del bolsillo y lo lanzo al mar con todas mis fuerzas, de pronto veo que junto con el móvil ha volado la foto.. NO, NO PUEDE SER, sin tan siquiera quitarme el abrigo me tiro al agua, me cuesta nadar, me cuesta mantenerme a flote, me cuesta respirar y moverme, el frío recorre mi cuerpo, no siento las piernas.... no siento los brazos... no siento nada.

Despierto en una habitación de hospital, lo recuerdo todo, pero es como si fuera un sueño, ni tan siquiera lloro cuando recuerdo que ya no estás, una enfermera me pregunta algo, ni la entiendo ni la quiero entender, junto a mí, en una mesita está la llave que horas antes había guardado en el abrigo, intento cogerla y la mujer me la da, me pregunta por ella, pero yo no quiero contestar; un poco más tarde me dejan irme a casa, después de comprobar que no quería suicidarme, solo recuperar algo que había perdido, ahora si, tengo fuerzas para regresar, no se que pasó en el agua, no entiendo que ocurrió pero ahora solo siento una pequeña tristeza dentro de mi, entro en el salón, sobre la mesa hay una caja cerrada con llave, la abro, la dejaste allí dos días atrás, sabías que ibas a morir, seguro, pero no dijiste nada, al menos no a mí.

Me tiemblan las manos, tengo que sentarme para ser capaz de abrir la cerradura, de pronto hace "clic", tengo miedo, muchísimo miedo, pero se que lo dejaste para mí; abro lentamente la tapa, dentro hay muchas cosas, lo primero en lo que mis ojos se fijan es un sobre, lo abro, pone mi nombre fuera.

"Te quiero"

Esas dos palabras están escritas tras una foto de nuestro viaje de novios, sonrío, no se porque pero no quiero llorar, cae un trozo de papel del sobre, hay muchas letras escritas con un boli de tinta verde, mierda, otra vez esas estúpidas lágrimas empañan mi vista, varias gotas caen sobre el papel NO, NO, las letras se emborronan formando un mero charco de tinta, arrugo el papel en mi mano y lo tiro contra la pared, me levanto y tiro sin querer una taza al suelo, parece que el día solo puede mejorar, una mezcla entre rabia y tristeza recorre mi cuerpo, corro hacia la puerta, me pongo el abrigo y salgo a la calle, el frío invernal congela mis lágrimas, a pocas calles, encuentro un banco vacío, me siento, tiemblo, no consigo entrar en calor, un balón llega a mis pies, tengo ganas de gritar al niño que se acerca corriendo a por él, pero eso sería demasiado trabajo.

No se que hora es, perdí la noción del tiempo cuando me llevaron al hospital, palpo mis bolsillos buscando mi móvil, de pronto recuerdo que lo tiré al mar, comienzo a reir de manera histérica, una mujer con un niño pequeño me miran al pasar, no se si tienen miedo o sienten pena, la miro con desprecio.

Ya es de noche, vuelvo tranquilamente a casa, han traído las flores que tus amigos mandaron para ti, las dejo fuera, no pienso dormir con las flores para un muerto bajo el mismo techo, voy a la cocina y cojo un vaso y hielos, me siento en el sofá con una botella a mi lado; no se cuanto bebo, no me afecta, miro al suelo y veo varias botellas pero no recuerdo haberlas bebido, empiezo a marearme, me sirvo otra copa... y otra, y después otra más, una docena de copas después el mareo se extiende por todo mi cuerpo, tengo sueño, cierro los ojos y de repente soy consciente de lo que he bebido, sonrío para mí, en realidad da igual cuanto beba, mañana será solo una resaca... o quizás no haya un mañana, pero me da igual, no estás y no vas a volver. Mi conciencia va alejándose de mi cuerpo y de repente.... nada.



PD: no tiene ninguna base realista, es solo un relato.

2 comentarios:

  1. Jopetines¡¡¡¡
    Menudo sueño¡¡¡
    Anda lávate la cara y vete a tomar un chocolate con churros...
    Ufff, como escribes, casi me haces llorar.
    Besotes, guapa.

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  2. me parece que está muy bien escrito pero... no estoy del todo de acuerdo con eso de que "es solo tu cuerpo sin vida, simplemente un reflejo de lo que fuiste." Yo diría que "un reflejo de lo que alguien fue" sería una carta que escribió, una canción, un recuerdo... a un cadáver lo describiría más como a una cáscara sin vida, una dolorosa certeza, el bello cuerpo dormido de quien no va a despertar... una esperanza de que abra los ojos y todo haya sido una mala pesadilla.

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