martes, 4 de febrero de 2014

Westminster

En una de estas noches en las que duermo poco me he puesto a leer sobre historia inglesa y en ella aparece un lugar, un bonito lugar en diversas ocasiones, este es la Abadía de Westminster, no solo lugar de sepultura de gran parte de los monarcas ingleses así como británicos si no como enterramiento para grandes prodigios como pueden ser Lord Kelvin, Charles Darwin, William Shakespeare o Isaac Newton.

Recuerdo cuando con diez u once años visité, por primera y única vez a pesar de mis recurrentes visitas a la bella Londres, dicha abadía, recuerdo que yo y mi inocencia bombardeamos a mi padre con miles de preguntas, le pregunté por los reyes y reinas allí enterrados, por la silla de coronación, por las demás sepulturas que cubrían el suelo y que a mi entender no tenían demasiado sentido, mi joven intelecto no llegaba a comprender que hacía el genio Isaac Newton allí enterrado, junto a María I de Inglaterra.

Las historias encerradas entre esas gruesas y bonitas paredes esconden gran parte de la historia de esa pequeña gran isla, guardan a gran parte de pensadores y científicos sin los cuales nuestro mundo no sería como lo disfrutamos, personas que hicieron grandes avances y progresos por la humanidad.

En el momento en el que entré allí no supe entender las sensaciones que por mi cuerpo recorrían, no supe entender lo que allí estaba, la cantidad de conocimientos que entre esos muros se guardaban, ahora recordando el escalofrío que me recorrió al entrar allí y leer esos nombres en paredes, suelos o placas, la sanación de estar rodeada de grandes genios que han inspirado mi vida, personas sin las que actualmente lo que estudio tendría un poco menos de sentido, ¿o me van a decir que Newton o Kelvin no fueron importantes para el desarrollo de la Física?, pensonas sin las que no disfrutaría tanto, que sería de mí sin las obras de Shakespeare.

Me encantaría volver a visitar ese lugar, ese y los museos londinenses, cualquiera de ellos tan impresionante como el mejor museo que se te pueda ocurrir.

Si me preguntan a que vino esta entrada simplemente expreso una idea y puesto que este es mi blog y que puedo escribir lo que me plazca, sin faltar al respeto era mi deseo mostrar mi admiración sobre una mínima parte de la historia-arquitectura londinense

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